¡Cautela!
La barca del
amor espatarrarse contra los escollos de la vida cotidiana
Vos
invitamos al deseo de vivir, simultáneamente e rigurosamente acompañado
de la recusa completa del aburrido, de lo no interesante, en fin, de lo cosificado, que constituye el fermento radiactivo de la
subversión. Todo lo que no pasar por este deseo de vivir desembocará
inexorablemente en una nueva tiranía o una nueva alienación. Sin
irrupción subjetiva e individual del deseo no hay revolución, hay
burocracia. Vos invitamos a ilustrar ese deseo.